Manifestantes indígenas tiñen de rojo las calles de Brasilia por la sangre derramada por sus tierras

30 abril 2018

Manifestantes indígenas tiñen de rojo las calles de Brasilia por la sangre derramada por sus tierras. © Marcelo Camargo/Agência Brasil

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Miles de indígenas se congregaron en la capital de Brasil la semana pasada para protestar contra los planes de destruir sus tierras y sus vidas.

Los indígenas, procedentes de tribus de todo el país, se manifestaron en Brasilia para exigir que sus derechos fueran respetados. Pintaron las calles de rojo simulando la sangre indígena derramada en la lucha por sus tierras y marcharon por la ciudad, con protestas ante los edificios gubernamentales.

Sonia Guajajara, lideresa indígena y candidata a la vicepresidencia de Brasil en las próximas elecciones, declaró: “Estamos denunciando el genocidio de nuestro pueblo (…) Desde la dictadura no habíamos sufrido tanto como ahora. Al teñir las calles de rojo mostramos cuánta sangre ha sido derramada en nuestra lucha por la demarcación de las tierras indígenas y por nuestros derechos. ¡La lucha sigue!”.

Las protestas remarcan el “Abril indígena” brasileño tras la celebración del “Dia do Indio” el 19 de abril, cuando el presidente suele anunciar algunos progresos en la protección de las tierras ancestrales de los pueblos indígenas. Este año no se realizó ningún anuncio. En vez de ello se informó de que el presidente de la FUNAI, el departamento gubernamental de asuntos indígenas, sería reemplazado por no satisfacer las exigencias de políticos y terratenientes agroganaderos antindígenas.

Indígenas de todo Brasil se han manifestado en la capital para exigir que se respeten sus derechos territoriales. © Marcelo Camargo/Agência Brasil

Los políticos vinculados al poderoso lobby del agronegocio están presionando para que se aprueben una serie de leyes y planes que facilitarían, aún más, el robo de tierras indígenas y la explotación ilegal de sus recursos a manos de foráneos.

Sería desastroso para los pueblos indígenas de todo el país, entre ellos los guaraníes, que sufren una de las tasas de suicidio más elevadas del mundo como consecuencia del robo de la mayor parte de sus tierras para haciendas de ganado y plantaciones de soja, maíz y caña de azúcar.

Adalto Guaraní dijo a Survival sobre el plan de los políticos: “Por favor, ¡ayudadnos a destruirlo! Es como una bomba a punto de estallar, y si explota será el fin de nuestra existencia. Por favor, dadnos una oportunidad para sobrevivir”.

En cuanto a los pueblos indígenas no contactados, los más vulnerables del planeta, podrían ser aniquilados si se abren sus tierras. Tribus como los kawahivas y los awás no contactados se encuentran al borde de la extinción: viven a la carrera, huyendo de la violencia de los foráneos. Pero si sus tierras se protegen, sin duda pueden prosperar.

Survival International y sus simpatizantes en más de 100 países están trabajando en colaboración con los pueblos indígenas de Brasil para evitar su aniquilación y la extinción de sus familiares no contactados.

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