Cambio climático

Esta página se creó en 2009 y puede contener terminología en desuso.

Mujer samburu, Kenia. © Lafforgue/Survival International

Los pueblos indígenas están en la primera línea de la lucha contra el cambio climático.

Ya sufren sus consecuencias, pero sus voces son silenciadas o marginadas.

Viven donde los impactos del cambio climático son mayores y dependen en gran medida de los entornos naturales para su sustento y sus modos de vida.

Son más vulnerables al cambio climático que otros, y sin embargo son quienes menos contribuyen al mismo.

Muchos factores causantes del cambio climático, como el petróleo, el gas, la minería y la deforestación, ya han destruido tierras indígenas. Y buena parte de las llamadas soluciones que se proponen para mitigar el cambio climático también amenazan las tierras y las vidas de los pueblos indígenas. A menudo, proyectos de compensación de carbono ahora rebautizados como Soluciones Basadas en la Naturaleza, violan sus derechos y facilitan que gobiernos, empresas, grandes organizaciones conservacionistas y otros roben, exploten y destruyan sus tierras mientras no hacen nada por reducir las emisiones de carbono. Las soluciones basadas en la naturaleza son colonialismo del carbono y no detendrán la crisis climática.

Survival International lidera la lucha contra las soluciones falsas y de distracción que violan los derechos de los pueblos indígenas y permiten a las multinacionales lavar ecológicamente su imagen, mientras no hacen nada para detener la crisis climática.

Los pueblos indígenas son los mejores guardianes del mundo natural y las pruebas demuestran que cuando tienen el control de sus tierras, sus territorios son la mejor barrera contra la deforestación. Cuentan con conocimientos únicos sobre sus entornos y los han cuidado durante generaciones. Por ello, deben ser socios clave a la hora de abordar las crisis climática y medioambiental.

 

“El cambio climático ha comenzado en nuestro país. Los países ricos han quemado y destruido muchos kilómetros de selva amazónica. Si talas los árboles grandes árboles e incendias la selva, la Tierra se seca. El mundo debe escuchar el grito de la Tierra, que está pidiendo ayuda.”

Davi Kopenawa Yanomami, Brasil

 

Un grupo de hombres awás recorre una zona de su bosque que ha sido incendiada por ganaderos. © Fiona Watson/Survival

 

¿Contra qué luchamos?

Survival hace campaña contra los esfuerzos generalizados de lavados verdes de su imagen impulsados por empresas ambiciosas y la industria de la conservación de la naturaleza: en vez de centrarse en reducir las emisiones de combustibles fósiles, el consumo excesivo y la explotación de los recursos naturales con fines lucrativos, violan los derechos de los pueblos indígenas y les roban sus tierras para mantener el statu quo. Luchamos contra la extracción de níquel en Indonesia para fabricar baterías de coches eléctricos, que destruirá las vidas y las tierras de los hongana manyawas no contactados. También estamos desarrollando una campaña contra un proyecto de compensación de carbono de sangre en el norte de Kenia, que está generando beneficios para ONG conservacionistas, permitiendo que las empresas contaminantes sigan contaminando, mientras roban la tierra y atacan el modo de vida de numerosas comunidades de pastores.


Soluciones basadas en la naturaleza:

Este término se refiere al uso de mecanismos como la plantación de árboles, la restauración de hábitats y la conservación de bosques para absorber el CO2 atmosférico y adaptarse a los efectos del cambio climático. Podría sonar bien, pero en la práctica se traduce como: 

 

“Conservación de fortaleza”

Los pueblos indígenas son expulsados ilegalmente de sus tierras ancestrales en nombre de la “conservación de la naturaleza”, con el fin de crear parques nacionales y otras Áreas Protegidas que, según se afirma hoy en día, mitigan el cambio climático.

Se sostiene que las Áreas Protegidas pueden "proteger" contra la deforestación y otras actividades que liberan carbono y, por tanto, podrían utilizarse para "compensar" las emisiones de carbono en otros lugares. En la práctica, esto significa que las Áreas Protegidas pueden destinarse también a generar créditos de carbono que empresas contaminantes, gobiernos o los particulares puedan comprar en los mercados para "compensar" sus emisiones.

Mientras, en estas mismas áreas, se culpa a los pueblos indígenas de una destrucción medioambiental que ellos no han causado. También acusan a las poblaciones locales de “caza furtiva”, cuando no cazan más que para alimentarse. Y se enfrentan a arrestos, palizas, torturas y asesinatos en sus propios territorios a manos de guardaparques, mientras que quienes practican la caza mayor a cambio de pagar grandes sumas de dinero y los turistas son bienvenidos. 

Grandes ONG conservacionistas, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), han presionado para convertir el 30% del planeta en Áreas Protegidas para 2030, alegando que esto ayudará a mitigar el cambio climático y proteger la biodiversidad. Estas mismas ONG colaboran con empresas madereras y corporaciones responsables de enormes emisiones de carbono y daños medioambientales. Esta propuesta del 30% fue acordada por los gobiernos en la cumbre COP15 de Montreal en 2022, y representará la mayor apropiación de tierras de la historia. 

De implementarse finalmente, acarreará terribles consecuencias para nuestro medioambiente y para los pueblos indígenas. Robará las tierras a quienes están en condiciones óptimas para protegerlas mientras que desviará la atención de las verdaderas causas de la destrucción medioambiental y de la destrucción climática. Muchas Áreas Protegidas atraen el turismo de masas y a menudo permiten la caza de trofeos, la tala de árboles y las actividades mineras.

Para más información, únete a nuestra campaña para descolonizar la conservacion #DecolonizeConservation.

En nombre de la “conservación” de la naturaleza se expulsa ilegalmente a pueblos indígenas de sus tierras ancestrales: estas familias khadias fueron desalojadas de la Reserva de Tigres de Similipal y forzadas a vivir durante meses bajo planchas de plástico. © Survival

 

Otros proyectos de compensación del carbono

La idea de los proyectos basados en la “compensación” consiste en permitir que las empresas y gobiernos responsables de generar una cantidad determinada de emisiones de dióxido de carbono puedan financiar proyectos en otros lugares que “capturen” cantidades equivalentes de carbono o eviten su emisión. Pueden hacerlo comprando compensaciones en los mercados de carbono. El uso de estos términos da a la gente la idea de que es posible "compensar" las emisiones, aunque existen muchos problemas científicos y prácticos al respecto. Además, la compensación de carbono permite a los verdaderos contaminadores hacer un lavado ecológico de su imagen, sin que en realidad estén haciendo nada por reducir sus emisiones y, de hecho, sin dejar de contaminar.

Actualmente, existen dos maneras principales de hacerlo. Ambas son ineficaces y peligrosas para los pueblos indígenas. Y también desvían el flujo de fondos que podrían ir digirigos a los verdaderos esfuerzos para reducir las emisiones de los combustibles fósiles.

Los proyectos como REDD+ (Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques), que supuestamente protegen los bosques de la deforestación, generan “créditos” de carbono que las empresas y los gobiernos pueden comprar para “compensar” sus emisiones de carbono. Los indígenas han expresado repetidamente su preocupación por el mecanismo REDD+. Pone precio a sus tierras y bosques, lo que probablemente dará pie a más apropiaciones de tierras. Una gran proporción de los bosques del planeta que se incluyen en los mecanismos REDD+ se hallan en territorios de pueblos indígenas u otras poblaciones locales. Esos proyectos socavan su modo de vida.

Otra forma de "capturar" cantidades significativas de carbono es plantar árboles. Pero muchos proyectos de compensación siembran monocultivos de unos pocos árboles de crecimiento rápido, como el eucalipto y la acacia, para ganar dinero. De hecho, la mayoría de esas plantaciones se cosechan en pocos años para fabricar productos como papel y carbón vegetal, lo que devuelve rápidamente a la atmósfera todo el carbono capturado. Además, muchas de las nuevas plantaciones son más propensas a los incendios y, en cualquier caso, tendrían que crecer durante décadas antes de empezar a absorber mucho carbono. Quizá lo más importante sea que la sustitución de otros ecosistemas, como los pastizales, por planes de plantación de árboles destruye la biodiversidad existente y devasta los medios de subsistencia de los indígenas y la población local que dependen de los recursos naturales de la zona.

Si deseas más información, descarga nuestra guía para descolonizar el lenguaje en la conservación.

 

“Hemos visto las experiencias de otros pueblos indígenas, que aceptaron el REDD y sus créditos de carbono y proyectos de conservación. Ya no pueden cazar, cultivar plantas ni utilizar materiales que necesitan para celebraciones y rituales. Sabemos cómo cuidar la naturaleza, porque es nuestra madre y no queremos otro acuerdo de créditos de carbono, porque no es más que otra manera de desalojarnos de nuestras tierras sagradas.”

Kayapó, Brasil

Survival desarrolla una campaña crucial para acabar con los proyectos de compensación de carbono en zonas protegidas donde se violan los derechos de los pueblos indígenas. Para más información, visita nuestra página web Carbono de Sangre.

 

Baterías para coches eléctricos

Gobiernos y empresas automovilísticas de todo el mundo promueven los vehículos eléctricos como alternativa "ética" a los coches convencionales y como tecnología clave para reducir el consumo de petróleo y luchar contra el cambio climático. Pero las prisas por una "transición verde" puede llevar a un mayor acaparamiento de territorios indígenas. 

La búsqueda de níquel puede acabar con un pueblo indígena no contactado de Indonesia. El pueblo hongana manyawa ya huye de las minas de níquel, que están destrozando sus tierras ancestrales y dañando sus ríos.

El proyecto forma parte del plan de Indonesia de convertirse en uno de los principales productores de baterías para coches eléctricos, mediante la extracción y fundición de níquel y otros minerales. Los hongana manyawas no contactados, a pesar de no contribuir en nada al cambio climático, corren ahora el riesgo de desaparecer por el cambio del mundo industrializado a los coches eléctricos. 

 

 

Impacto de la minería de Weda Bay Nickel (WBN) en la selva de los hongana manyawas. La compañía francesa Eramet supervisa las operaciones mineras en WBNEn nombre de la “conservación” de la naturaleza se expulsa ilegalmente a pueblos indígenas de sus tierras ancestrales: estas familias khadias fueron desalojadas de la Reserva de Tigres de Similipal y forzadas a vivir durante meses bajo planchas de plástico. © Weda Bay Nickel

 

¿Por qué luchamos?

Las soluciones al cambio climático y a los problemas medioambientales deben respetar la diversidad humana y los derechos de los pueblos indígenas. Por lo tanto, estas soluciones deben ser antirracistas, anticoloniales y estar enraizadas en la justicia. Y deben abordar las causas reales de la destrucción medioambiental: la explotación de los recursos naturales con fines lucrativos y el creciente consumo excesivo, impulsado por el Norte Global. 

Este planteamiento significa que los gobiernos deben respetar, proteger y defender los derechos de los pueblos indígenas, incluido el reconocimiento de sus derechos sobre la tierra. Esta es, con diferencia, la forma más eficaz y justa de proteger la biodiversidad.

Sabemos que estas soluciones no son fáciles de aplicar, pero son reales y funcionan.

Los pueblos indígenas son los mejores conservacionistas: sus territorios salvaguardan el 80% de la biodiversidad mundial y son un baluarte contra la deforestación. 

Los pueblos indígenas y sus derechos deben estar en el centro de la acción climática y medioambiental. Es hora de descolonizar la conservación, reconocer los derechos de las tierras indígenas, dejar de esconderse tras falsas soluciones y empezar a abordar la verdadera causa de la crisis medioambiental.

“El don de la biodiversidad es nuestro en este momento, pero si lo perdemos, no solo habremos perdido a los animales y las plantas; nosotros los humanos también sufriremos. Os puedo decir que hay ríos por aquí cuyos lechos están secándose, y esto no ha ocurrido nunca antes. Ahora no podemos comer mangos silvestres, como solíamos hacer en la estación seca, porque no maduran como antes. Estos son tan solo algunos de los cambios que se producen debido a la destrucción del bosque.”

Baka, Camerún

 

“Mujer © Nicolas Marino

 

Es hora de escuchar

Solo juntos podemos luchar contra el cambio climático

Somos los guardianes de la naturaleza y estamos siendo asesinados

Estamos siempre a pie de lucha para salvar el planeta

El programa REDD (...) es un gran engaño a la población del planeta

NRT está haciendo cosas mal; cosas injustas para nuestro pueblo

Id y decidles que no queremos darles nuestra selva

 

Más información

Artículo: Diversity Rules Environment, OK?

Artículo: New Deal for Nature: Paying the Emperor to Fence the Wind

Informe: La verdad más incómoda de todas (2009)

El nuevo colonialismo verde: el 30 % en 2030 (30×30) y las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) 

Las soluciones basadas en la naturaleza no resolverán la crisis climática (y solo harán que la gente rica se enriquezca todavía más)

Guía para descolonizar el lenguaje en la conservación

Decolonize Conservation: Global Voices for Indigenous Self-Determination, Land, and a World in Common 

Colonialismo de carbono en Kenia

Blood Carbon: how a carbon offset scheme makes millions from Indigenous land in Northern Kenya


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