Survival pide a Obama que apoye la Declaración de la ONU sobre derechos indígenas

15 diciembre 2010

La Declaración de la ONU establece normas por las que el trato de los gobiernos a los pueblos indígenas puede ser juzgado. © Fiona Watson/Survival

Esta página se creó en 2010 y puede contener terminología en desuso.

Con motivo de la apertura de la Conferencia de Naciones Tribales de la Casa Blanca, Survival ha hecho un llamamiento al Presidente Obama para que apoye la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Estados Unidos es el único país en el mundo que todavía se opone a la Declaración.

Por todo el planeta los pueblos indígenas han sido marginados, desposeídos y discriminados, lo que ha tenido consecuencias devastadoras. En Estados Unidos un nativo americano es un 62% más propenso a suicidarse que la población general y registra 600 veces más posibilidades de contraer tuberculosis (según cifras de Naciones Unidas).

Cuando la Declaración de Naciones Unidas se adoptó en el año 2007, sólo cuatro países se opusieron a ella: Australia, Nueva Zelanda, Canadá y EE.UU. Tres de estas naciones apoyan ahora la Declaración, mientras que Estados Unidos es el único país que sigue objetándola.

En una carta, la coordinadora de Survival International en Estados Unidos, Tess Thackara, le dice al presidente Obama: “La Declaración supone un punto de referencia por el que el trato a los pueblos indígenas puede ser juzgado. Es un importante instrumento para erradicar el abuso a los pueblos tribales, pero la postura estadounidense amenaza con minar estos derechos fundamentales que tanto ha costado conseguir”.

A pesar de su valor, la Declaración de Naciones Unidas sigue siendo de carácter “aspiracional” debido a que no es legalmente vinculante. Survival desarrolla una campaña para que todos los países ratifiquen el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que hasta la fecha es el único instrumento internacional por los pueblos indígenas y tribales legalmente vinculante. Sólo 22 países lo han ratificado hasta ahora.

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