Una mina en Alaska, investigada por petición de indígenas

15 febrero 2011

Las minas a cielo abierto como la de la foto en Papúa Occidental, han devastado a las comunidades indígenas locales. © Daniel Start/Survival

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Una enorme mina a cielo abierto que se proyecta construir en la bahía de Bristol, en el suroeste de Alaska, será investigada por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) tras la oposición generalizada de los pueblos indígenas locales.

En respuesta a una petición firmada por nueve tribus de la región, la EPA “llevará a cabo una evaluación científica de la cuenca de agua de la bahía de Bristol para un mejor entendimiento de cómo los proyectos futuros a gran escala podrían afectar a la calidad del agua y… a la pesca de salmón”.

La bahía de Bristol es el hogar de los mayores bancos de salmón rojo del mundo, que son “esenciales para la salud, el medio ambiente y la economía de Alaska”, según el administrador regional de la EPA, Dennis McLerran.

La empresa canadiense Northern Dynasty y la empresa con sede en Londres, Anglo American, están detrás de este ambicioso proyecto para extraer los grandes depósitos de cobre, oro y metales de molibdeno de la región.

Las comunidades locales temen que la mina genere hasta 10.000 millones de toneladas de deshechos que acabarán en las cabeceras de los ríos, y destruirán el medio ambiente y la población de salmón, de los que los indígenas han dependido desde hace miles de años.

Earthworks, una ONG que desarrolla una campaña contra la mina, declaró la semana pasada: “A pesar de las noticias positivas, la campaña está muy lejos de concluir, y seguiremos manteniendo la presión… animando a más joyeros a firmar el Compromiso de Protección de la Bahía de Bristol y trabajando con los miembros del parlamento y los pescadores [para evitar la construcción de la mina]”.

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