Llevando la enfermedad: los impactos externos sobre la salud indígena

Indígenas guaraníes, Brasil. © João Ripper/Survival

Entrevista con Stafford Lightman, profesor de medicina en la Universidad de Bristol.

¿Por qué se interesa por la salud de los pueblos indígenas? ¿Ha estudiado antropología además de medicina?

La salud de los pueblos indígenas me interesa desde hace mucho, desde que tuve la oportunidad de pasar algún tiempo con Orlando y Claudio Vilas-Boas en el Parque Nacional del Xingú, muy poco después de comenzar mis estudios de medicina. Eso estimuló un interés creciente por la antropología social, y en concreto por la antropología médica sobre pueblos indígenas, que continué en Cambridge.

Niños awajún del norte de Perú disfrutan con la fruta. © Thomas Quirynen/Survival

Las comunidades aisladas tienen poca o ninguna inmunidad a las enfermedades comunes del mundo industrializado. ¿Puede nombrar alguno de estos males?

Cualquier enfermedad infecciosa que lleven los visitantes a estas zonas es potencialmente letal. Lo más común, por supuesto, son los resfriados comunes que pueden contagiarse rápidamente a toda la comunidad. Pero es mucho más peligrosa la introducción de malaria (los mosquitos locales no la transmiten hasta que es introducida) o de enfermedades como el sarampión, que pueden ser extremadamente destructivas.

¿Qué suele pasar en una comunidad aislada una vez que llega un patógeno extraño? ¿Podría poner un ejemplo?

Cuando un patógeno extraño llega a un pequeño grupo aislado, incluso si sólo hay una persona infectada, ésta recibirá los cuidados de sus amigos y familiares, que también se contagiarán y la infección pasará con mucha rapidez a toda la tribu. No trascurrirá mucho tiempo hasta que todos los miembros se contagien. Algunos serán más susceptibles que otros, pero los ancianos y los niños pequeños corren especial peligro.

Indígenas guaraníes, Brasil. © João Ripper/Survival

Los efectos deben de ser devastadores: si todo el mundo está enfermo, ¿quién, por ejemplo, prepara la comida o lleva la leña, o sale a cazar?

Una de las consecuencias de una infección que afecta a toda una comunidad es que muy pocas personas se librarán y, puesto que afecta a todos al mismo tiempo, nadie podrá cazar ni recolectar alimentos y, aunque alguien pueda hacerlo, no habrá nadie para prepararlos. Por tanto, no sólo estarán enfermos, sino que nadie podrá cuidarlos o alimentarlos, con las graves consecuencias que esto tendrá sobre la capacidad del grupo para continuar sobreviviendo sin ayuda del exterior.

Indígenas yanomami, Brasil. © Antonio Ribeiro/Survival

¿Cuánto tarda una comunidad aislada en generar inmunidad frente a enfermedades como el resfriado común o el sarampión?

Es una pregunta complicada, porque hay muchas formas de resfriado común, ya que es un virus que muta con facilidad. A una comunidad aislada le llevaría mucho tiempo generar inmunidad frente las distintas mutaciones del resfriado a las que nosotros, sin embargo, llevamos expuestos muchos años. Con respecto al sarampión, aquéllos que sobrevivan a la enfermedad se harán inmunes, ¡pero muchos habrán muerto antes y no tendrán esa oportunidad!

Cuando no hay interferencia por parte de los foráneos, ¿cómo imagina que es el estado de salud de las tribus aisladas, por ejemplo de los indígenas no contactados de la Amazonia brasileña, o de los sentineleses de las islas Andamán? ¿Es su nutrición diaria rica y variada?

En general, la salud de la mayoría de los pueblos indígenas no contactados es extremadamente buena, básicamente porque tienen tan poco contacto con grupos que transmiten enfermedades contagiosas que éstas no son un problema para ellos. Su problema es, más bien, la disponibilidad de comida, que depende del clima y otros factores relacionados. La nutrición de los indígenas aislados de la Amazonia brasileña es normalmente muy buena gracias a la disponibilidad de pesca todo el año y a su capacidad para cultivar algunas verduras para acompañar al pescado. Son las personas que se encuentran en las zonas más marginales del mundo, como en las regiones desérticas, las que corren más riesgo por los cambios en el clima.

Awá-guajá, Brasil. © Domenico Pugliese

En términos de estrés, tal y como lo entendemos “nosotros” en los países industrializados, ¿cree que los pueblos indígenas aislados también lo sufren, o padecen otros problemas de salud mental como la depresión?

Es muy tentador imaginarse a los pueblos indígenas no contactados viviendo en un mundo perfecto sin estrés. Por supuesto, no es el caso, y habrá conflictos interpersonales, problemas en las familias, etc. como en cualquier otra sociedad. Nadie ha hecho un estudio de la depresión en grupos aislados, y obviamente sería extremadamente difícil llevarlo a cabo, ¡aunque sólo fuera por los problemas lingüísticos! Sin embargo, podemos asumir que existe una incidencia similar de problemas de tipo depresivo a la de otras sociedades. La cuestión es qué ocurre cuando estas tribus se encuentran con nuestra sociedad: es entonces cuando aumenta muy rápidamente la incidencia de desórdenes graves relacionados con el estrés y otros problemas mentales. En ese momento los altos niveles de depresión les impedirán funcionar de manera productiva y añadirán una amenaza más a su salud y a su capacidad para proporcionarse comida y comodidad mutuamente.

Indígenas yanomami, Brasil. © Fiona Watson/Survival

Normalmente, ¿qué enfermedades padecen? Si no tienen resfriados, o sarampión, ¿de qué se ponen malos?

(Aquí nos referimos específicamente a pueblos indígenas aislados o no contactados, y no a indígenas ya contactados, como los innu o los aborígenes, que a menudo tienen altas tasas de enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades coronarias).

Es difícil saberlo porque, una vez que los conocemos, cambiamos su situación. Uno de los principales problemas es que, una vez que tienen contacto con nosotros, su dieta cambia, y es ese cambio hacia una dieta con carbohidratos más refinados que acaba causando condiciones como la diabetes o enfermedades coronarias, que probablemente antes ni conocían.

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