Las sociedades tribales dependen de su medio ambiente. Con motivo de la conferencia de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible, Survival retrata algunas de las creencias y prácticas sostenibles de los pueblos indígenas y tribales del mundo.

De los agricultores de la Amazonia a los cazadores-recolectores de África; de los cultivadores de Bangladesh a los pueblos cazadores de Canadá, los pueblos indígenas han encontrado ingeniosas maneras de cubrir sus necesidades durante miles de años sin destruir su medio ambiente. 

Muchos creen que, para que la naturaleza perdure, es fundamental que adoptemos una actitud cuidadosa con la tierra a largo plazo. El respeto a los límites de la naturaleza es esencial: destruir la tierra, o tomar de ella más de lo necesario, no solo es contraproducente, sino un abandono de las generaciones futuras.

_No estamos aquí por nosotros_, dijo el bosquimano gana Roy Sesana. _Estamos aquí por nuestros hijos, y por los hijos de nuestros nietos_.

De los agricultores de la Amazonia a los cazadores-recolectores de África; de los cultivadores de Bangladesh a los pueblos cazadores de Canadá, los pueblos indígenas han encontrado ingeniosas maneras de cubrir sus necesidades durante miles de años sin destruir su medio ambiente.

Muchos creen que, para que la naturaleza perdure, es fundamental que adoptemos una actitud cuidadosa con la tierra a largo plazo. El respeto a los límites de la naturaleza es esencial: destruir la tierra, o tomar de ella más de lo necesario, no solo es contraproducente, sino un abandono de las generaciones futuras.

No estamos aquí por nosotros, dijo el bosquimano gana Roy Sesana. Estamos aquí por nuestros hijos, y por los hijos de nuestros nietos.

© Lottie Davies/Survival

Muchas de las partes del mundo más ricas en biodiversidad lo son gracias al cuidado de los pueblos indígenas que en ellas habitan: los jarawas viven en los últimos retazos de selva virgen en las islas Andamán del océano Índico.

_Es obvio_, explica Stephen Corry de Survival International. _Allí donde se ha permitido a los pueblos indígenas seguir viviendo en sus tierras, la biodiversidad puede ser mucho mayor que en otros tipos de zonas protegidas_.

Muchas de las partes del mundo más ricas en biodiversidad lo son gracias al cuidado de los pueblos indígenas que en ellas habitan: los jarawas viven en los últimos retazos de selva virgen en las islas Andamán del océano Índico.

Es obvio, explica Stephen Corry de Survival International. Allí donde se ha permitido a los pueblos indígenas seguir viviendo en sus tierras, la biodiversidad puede ser mucho mayor que en otros tipos de zonas protegidas.

© Survival

El pueblo moken del archipiélago de Mergui, en el mar de Andamán, come pescado, dugong, pepinos de mar y crustáceos, que pescan con arpones, lanzas y lazos.
 
Hook Suriyan Natale, un hombre moken de las islas Surin, dice: _Estos métodos de pesca sostenibles garantizan que siempre habrá peces en el mar_.

La presencia de los mokenes no ha tenido un gran impacto en las islas Surin. Los indígenas solo toman de su entorno lo que necesitan para sobrevivir. La naturaleza nómada de su modo de vida tradicional también supone que los recursos de la selva y del mar son rotados, y que no se sobreexplota ningún recurso o zona.

El pueblo moken del archipiélago de Mergui, en el mar de Andamán, come pescado, dugong, pepinos de mar y crustáceos, que pescan con arpones, lanzas y lazos.

Hook Suriyan Natale, un hombre moken de las islas Surin, dice: Estos métodos de pesca sostenibles garantizan que siempre habrá peces en el mar.

La presencia de los mokenes no ha tenido un gran impacto en las islas Surin. Los indígenas solo toman de su entorno lo que necesitan para sobrevivir. La naturaleza nómada de su modo de vida tradicional también supone que los recursos de la selva y del mar son rotados, y que no se sobreexplota ningún recurso o zona.

© Cat Vinton/Survival

Los pueblos indígenas tienen normalmente una visión holística de la naturaleza y ven a la humanidad como parte de la Tierra, y no como algo distinto de ella.

_Hemos vivido en el bosque de Mau desde hace cientos de años_, dicen los ogieks de Kenia. _El bosque es un refugio ecológico y nosotros somos conservacionistas, por lo que lo tratamos bien y vivimos en equilibrio con él_.

_Recolectamos miel dos veces al año, basado en los hábitos de polinización de las abejas y en los árboles que florecieron durante la temporada de lluvias larga y durante la corta_.

Los pueblos indígenas tienen normalmente una visión holística de la naturaleza y ven a la humanidad como parte de la Tierra, y no como algo distinto de ella.

Hemos vivido en el bosque de Mau desde hace cientos de años, dicen los ogieks de Kenia. El bosque es un refugio ecológico y nosotros somos conservacionistas, por lo que lo tratamos bien y vivimos en equilibrio con él.

Recolectamos miel dos veces al año, basado en los hábitos de polinización de las abejas y en los árboles que florecieron durante la temporada de lluvias larga y durante la corta.

© Yoshi Shimizu

_Amamos la selva como amamos a nuestros propios cuerpos_, dicen los pueblos “pigmeos” que viven en las regiones de densa selva de África central y occidental.

Los hombres pigmeos escalan enormes árboles en busca de miel, y son imitadores tan expertos que pueden reproducir el sonido de un antílope en dificultades para conseguir que otras piezas salgan de la espesura.

Amamos la selva como amamos a nuestros propios cuerpos, dicen los pueblos “pigmeos” que viven en las regiones de densa selva de África central y occidental.

Los hombres pigmeos escalan enormes árboles en busca de miel, y son imitadores tan expertos que pueden reproducir el sonido de un antílope en dificultades para conseguir que otras piezas salgan de la espesura.

© Kate Eshelby/Survival

_Conocemos bien nuestra tierra en la selva_, señala Davi Kopenawa Yanomami. _El medio ambiente no es algo separado de nosotros; nosotros estamos dentro de él, y él está dentro de nosotros; nosotros lo conformamos y él nos conforma_. 

Una inmersión tal en la naturaleza durante miles de años tiene como resultado un conocimiento enciclopédico de los animales, plantas y hierbas autóctonas.

Los yanomamis utilizan en torno a 500 especies de plantas a diario como comida, materiales de construcción y venenos para la caza. Los porteadores para bebés se fabrican con cuerdas hechas con hierba y las varas de las flechas con los tallos de una hierba conocida como “colas de zorro”. La sal se extrae de las cenizas del árbol del taurari.

Conocemos bien nuestra tierra en la selva, señala Davi Kopenawa Yanomami. El medio ambiente no es algo separado de nosotros; nosotros estamos dentro de él, y él está dentro de nosotros; nosotros lo conformamos y él nos conforma.

Una inmersión tal en la naturaleza durante miles de años tiene como resultado un conocimiento enciclopédico de los animales, plantas y hierbas autóctonas.

Los yanomamis utilizan en torno a 500 especies de plantas a diario como comida, materiales de construcción y venenos para la caza. Los porteadores para bebés se fabrican con cuerdas hechas con hierba y las varas de las flechas con los tallos de una hierba conocida como “colas de zorro”. La sal se extrae de las cenizas del árbol del taurari.

© Fiona Watson/Survival

Los cazadores penanes viven desde hace mucho en armonía con la antiquísima selva de Sarawak en Borneo, una de las selvas con más riqueza biológica de la tierra.

Hasta la década de los sesenta todos los penanes vivían como nómadas y se trasladaban con frecuencia en busca de jabalíes, siguiendo los ciclos de los árboles y de las palmeras de sago silvestres en fruto. 

Construían sus casas, los sulaps, con largos postes de madera que ataban entre sí con bandas de ratán. Confeccionaban el techo con gigantes hojas de palmera.

Los cazadores penanes viven desde hace mucho en armonía con la antiquísima selva de Sarawak en Borneo, una de las selvas con más riqueza biológica de la tierra.

Hasta la década de los sesenta todos los penanes vivían como nómadas y se trasladaban con frecuencia en busca de jabalíes, siguiendo los ciclos de los árboles y de las palmeras de sago silvestres en fruto.

Construían sus casas, los sulaps, con largos postes de madera que ataban entre sí con bandas de ratán. Confeccionaban el techo con gigantes hojas de palmera.

© Andy Rain & Nick Rain/Survival

Es probable que los indígenas tribales del valle de Baliem, en Nueva Guinea, desarrollaran la agricultura antes que los ancestros de los europeos.

Es probable que los indígenas tribales del valle de Baliem, en Nueva Guinea, desarrollaran la agricultura antes que los ancestros de los europeos.

© Grenville Charles/Survival

La existencia de los innus en el noreste de Canadá siempre ha dependido de su conocimiento sobre las migraciones estacionales del caribú a través de “nutshimit”, su hogar en la tundra. 

Los innus reverencian al caribú: comparten escrupulosamente la carne y preservan los huesos de las patas: tirarlos es una falta de respeto hacia _kanipinikat sikueu_, el espíritu “Señor” del caribú.

No se desaprovecha ninguna parte del caribú: la cornamenta se cuelga en lo alto de los árboles.

La existencia de los innus en el noreste de Canadá siempre ha dependido de su conocimiento sobre las migraciones estacionales del caribú a través de “nutshimit”, su hogar en la tundra.

Los innus reverencian al caribú: comparten escrupulosamente la carne y preservan los huesos de las patas: tirarlos es una falta de respeto hacia kanipinikat sikueu, el espíritu “Señor” del caribú.

No se desaprovecha ninguna parte del caribú: la cornamenta se cuelga en lo alto de los árboles.

© Subhankar Banerjee/Survival

Con su modo de vida tradicional sostenible y bajo en emisiones de carbono, los pueblos indígenas deberían ser un referente sobre las soluciones para mitigar el cambio climático. 

Resulta irónico que, a medida que los ecosistemas son destruidos, las culturas que los comprenden también se vean amenazadas.
 
_Los pueblos indígenas son los guardianes naturales de sus ecosistemas_, explica Stephen Corry de Survival International. _Por lo que parece lógico proteger los lugares más frágiles del mundo garantizando los derechos territoriales de las comunidades indígenas que poseen un profundo conocimiento de sus territorios_.

Con su modo de vida tradicional sostenible y bajo en emisiones de carbono, los pueblos indígenas deberían ser un referente sobre las soluciones para mitigar el cambio climático.

Resulta irónico que, a medida que los ecosistemas son destruidos, las culturas que los comprenden también se vean amenazadas.

Los pueblos indígenas son los guardianes naturales de sus ecosistemas, explica Stephen Corry de Survival International. Por lo que parece lógico proteger los lugares más frágiles del mundo garantizando los derechos territoriales de las comunidades indígenas que poseen un profundo conocimiento de sus territorios.

© Claudia Andujar/Survival

_Solo nosotros, los indígenas, sabemos cómo proteger la selva_, dice Davi Kopenawa Yanomami.

_Devuélvannos nuestras tierras antes de que muera la selva_.

Solo nosotros, los indígenas, sabemos cómo proteger la selva, dice Davi Kopenawa Yanomami.

Devuélvannos nuestras tierras antes de que muera la selva.

© Hutukara/ISA

_No piensen siempre en ustedes, oh Jefes,
ni en su generación.
Piensen en las generaciones continuas de nuestras familias,
piensen en nuestros nietos.
Y en aquellos que aún no han nacido,
cuyas caras vienen de debajo de la tierra_.


El que Hace la Paz, Confederación Iroquesa, Estados Unidos

No piensen siempre en ustedes, oh Jefes,
ni en su generación.
Piensen en las generaciones continuas de nuestras familias,
piensen en nuestros nietos.
Y en aquellos que aún no han nacido,
cuyas caras vienen de debajo de la tierra
.

El que Hace la Paz, Confederación Iroquesa, Estados Unidos

© Clive Dennis/Survival

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