Los 'pigmeos' advierten sobre las políticas contra el cambio climático

15 julio 2010

La frondosa selva es un factor clave en el sentido de identidad de los ‘pigmeos’. Su tierra conforma su cultura y les proporciona su sustento. © Kate Eshelby/Survival

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Miembros de comunidades ‘pigmeas’ en Camerún han lanzado un claro mensaje, tras la estela de la cumbre sobre cambio climático de Copenhague: sus derechos sobre su selva deben ser respetados.

Según el Forest Peoples Programme, los pueblos bakas, los bagyelis y bakolas temen que los proyectos para mitigar el cambio climático los excluirán aún más de sus hogares en la selva, a la que el cambio climático ya está afectando.

Un bloque central de las actuales negociaciones internacionales sobre cambio climático es REDD, un programa que aspira a reducir las emisiones provenientes de la deforestación y la degradación forestal. Los proyectos REDD podrían ayudar a proteger los bosques y a las comunidades que dependen de ellos, pero sólo si dichos proyectos se desarrollan contando plenamente con los pueblos afectados e incluyen la protección de sus derechos territoriales.

La última encarnación de REDD es REDDplus, y justamente son los “pluses” (conservación, gestión forestal y mejora de los stocks de dióxido de carbono) los que están causando preocupación entre los pueblos indígenas. Los pueblos pigmeos han sufrido tanto por la deforestación de sus tierras como por programas de conservación medioambiental que los excluyen.

Comunidades ‘pigmeas’ en Camerún han declarado que sólo aceptarán REDD si se respetan sus derechos a su selva y a su consentimiento previo, libre e informado, y si reciben una parte equitativa de los beneficios de los proyectos.

“Si estamos hablando de conservación, entonces los bakas son los mejores conservacionistas. Llevamos viviendo aquí desde tiempos inmemoriales, y la selva no ha desaparecido. Aquéllos que ahora dicen estar conservando la selva son los mismos que están saqueándola. Vemos aserraderos que se llevan por delante grandes porciones de nuestra selva cada día. ¿No es éste el mismo Gobierno que autoriza la tala?" Daniel Njanga, Camerún.

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