Tierras indígenas en manos indígenas: retos de la COP30
11 noviembre 2025

Las organizaciones indígenas de Brasil reivindican protagonismo en las decisiones que se tomarán en la llamada “COP30 de la selva”. A través de la campaña “La respuesta somos nosotros”, las organizaciones piden una movilización global liderada por los pueblos indígenas en la lucha contra la crisis climática y por la protección de los territorios indígenas, incluidos los pueblos en aislamiento. La campaña también destaca la necesidad de garantizar los derechos de los pueblos indígenas que cuidan algunos de los lugares con mayor biodiversidad del planeta.
Pero los planes para mercantilizar las selvas y promover falsas soluciones climáticas podrían violar los derechos de los pueblos indígenas, incluidos los pueblos indígenas no contactados, que viven en sus tierras y las protegen.
Las organizaciones conservacionistas, los gobiernos y las grandes empresas utilizarán la COP para promover proyectos de compensación basados en la naturaleza, lo que permitirá a las empresas seguir contaminando mientras proclaman su “neutralidad” en materia de carbono.
Las consecuencias son mucho más inmediatas para los pueblos indígenas:
- Violaciones de los derechos humanos y expulsiones: la creación o ampliación de « Áreas Protegidas» para generar créditos de carbono a menudo va acompañada de expulsiones forzadas de pueblos indígenas de sus tierras ancestrales, detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos y violencia por parte de guardaparques o fuerzas de seguridad. Estos casos se registran especialmente en Asia y África.
- Beneficios que ignoran a las comunidades indígenas: gran parte de los beneficios de los créditos de carbono van a parar a intermediarios, como promotores de proyectos, organismos de certificación, consultoras y ONG conservacionistas.
- Medios de subsistencia perjudicados: los proyectos de carbono llevan a los pueblos pastores a abandonar sus sistemas tradicionales de pastoreo, sus leyes consuetudinarias y su gobernanza social, como ya ocurre en Kenia y Tanzania. Esto perjudica su resiliencia, su seguridad alimentaria y su capacidad para adaptarse al cambio climático.
- Legalidad y propiedad cuestionables de los derechos de carbono: existen desafíos legales en torno a quién “posee” los derechos de carbono, y muchos proyectos no cuentan con el consentimiento libre, previo e informado (CLPI) de las comunidades indígenas afectadas.
No muy lejos de Belém, un territorio indígena lleva más de 20 años esperando que se complete su demarcación. Se trata del Territorio Indígena Kawahiva do Rio Pardo, hogar de un grupo de indígenas en aislamiento que han sobrevivido a masacres e invasiones de su tierra. Su supervivencia y prosperidad dependen por completo de la protección de su selva.
Esta COP hará poco por proteger este territorio, o los de los otros 195 grupos y pueblos indígenas aislados en todo el mundo, el 96 % de los cuales ven amenazadas sus vidas y culturas por las actividades de las industrias extractivas. La mitad de ellos podrían desaparecer en los próximos 10 años.
Para más datos, se puede consultar el reciente informe de Survival International sobre los pueblos indígenas en aislamiento y las amenazas a las que se enfrentan.
La mejor manera de proteger los derechos y las vidas de los pueblos indígenas y sus bosques y selvas es dejar de utilizar sus territorios para aparentar que el consumo es sostenible, y que se les reconozcan y respeten sus derechos sobre los territorios que han gestionado y protegido desde hace miles de años.
Para Sophie Grig, directora de campañas para Asia y el Pacífico de Survival: “Uno de los grandes impulsos de la COP30 será, una vez más, mercantilizar los bosques y convertirlos en gigantescos proyectos de compensación de carbono. Pero el consumo excesivo y el capitalismo son los motores de la crisis climática, así como de la explotación maderera, la minería y otras formas de extracción de recursos que amenazan a más del 90 % de todos los grupos y pueblos indígenas en aislamiento. Los mercados no resolverán la crisis climática, al igual que no protegerán a los pueblos no contactados. La mejor manera de proteger los bosques y los derechos y las vidas de los pueblos indígenas que viven en ellos, tanto los contactados como los aislados, es reconocer y hacer valer sus derechos sobre los territorios que cuidan y protegen desde hace milenios”.
Por su parte, Fiore Longo, coordinadora de la campaña de Survival para Descolonizar la Conservación de la Naturaleza, ha querido dejar claro que: “El Fondo para los Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) es fundamentalmente defectuoso, ya que dependería de los beneficios de las mismas empresas responsables de la destrucción de los bosques y selvas. Además, destinaría un insignificante 20 % del fondo a las personas que han sido más eficaces en la protección de los entornos selváticos, es decir, los pueblos indígenas”.
Es necesario un cambio radical de rumbo y la solución es sencilla: los gobiernos deben defender los derechos territoriales de los pueblos indígenas, incluidos los de los pueblos en aislamiento que viven y protegen algunos de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y que no sobrevivirán si sus tierras no se protegen.
La declaración de Survival sobre la COP 30 está disponible aquí (en inglés y en portugués). y


