Pistoleros mantienen como rehenes a indígenas guaraníes

15 septiembre 2010

La situación de los guaraníes es una de las peores de Brasil. © Fiona Watson/Survival

Esta página se creó en 2010 y puede contener terminología en desuso.

Pistoleros a sueldo contratados por terratenientes mantienen prisionero a un cuantioso grupo de indígenas guaraníes en Brasil. Los pistoleros han cortado todo acceso de los indígenas a comida, agua y asistencia médica desde que rodearon su comunidad hace un mes.

Los pistoleros comenzaron a amenazar a los guaraníes e impedir que nadie saliese o entrase de la zona poco después de que los indígenas regresaran a sus tierras ancestrales, que ahora están ocupadas por una hacienda llamada São Luiz.

A pesar de las peticiones de los guaraníes de asistencia policial y atención médica urgente, su comunidad, conocida como Ypo’i, continúa en estado de sitio. Según parece, no se ha permitido la entrada de un equipo del Ministerio de Salud federal alegando “problemas de seguridad”. Las informaciones indican que los únicos funcionarios que han logrado acceder a la comunidad con el beneplácito de los pistoleros es un equipo del Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil (FUNAI), que repartió algunos paquetes de comida.

Survival International ha escrito a las autoridades brasileñas exigiendo acción policial inmediata para levantar el asedio a la comunidad.

La última vez que los guaraníes de Ypo’i trataron de reocupar su tierra, en octubre de 2009, los pistoleros los atacaron violentamente. Posteriormente fue hallado en un río cercano el cuerpo magullado y sin vida de Genivaldo Verá, uno de los miembros de la comunidad.

Aunque es un caso extremo, este conflicto es sólo uno de los muchos en los que los guaraníes del estado de Mato Grosso do Sul, al sur de Brasil, se ven envueltos por intentar recuperar pequeños pedazos de su territorio ancestral frente a la dura resistencia que oponen los ricos terratenientes ganaderos y agrícolas, quienes con frecuencia recurren a la violencia.

La mayoría de los guaraníes viven en reservas superpobladas o en campamentos provisionales junto a carreteras, como se puede apreciar en la película Birdwatchers.

En una carta al presidente Lula enviada el mes pasado, los líderes guaraníes dicen: “Estamos seguros de que usted quiere ser recordado como un buen presidente para este país y para la humanidad; no quiere ser recordado por matar a nuestro pueblo indígena. Si no demarca nuestra tierra, esto será lo que, desgraciadamente, nos siga ocurriendo”.

Según declararon hoy fuentes internas a Survival International: “A cualquiera que no conozca la lamentable situación de los guaraníes le sorprendería el hecho de que las autoridades están dispuestas a no hacer nada y limitarse a mirar mientras una comunidad pacífica e indefensa es tomada como rehén. Los guaraníes, sin embargo, saben desde hace mucho que su tierra está en manos de gente dispuesta a recurrir a la intimidación con violencia para conservarla: y que las autoridades a menudo se mantienen al margen y no hacen nada”.

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