Perú suspende la construcción de una devastadora presa

17 junio 2011

Hombres asháninka protestando. Los asháninka, así como decenas de indígenas de todo Perú, están protestando contra las leyes del Gobierno peruano que violan sus derechos territoriales. © David Dudenhoefer

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Se ha suspendido la construcción de una megapresa en el sureste de Perú después de un mes de huelgas en las que han participado casi 2.000 personas de la zona.

La presa de Inambari iba a ser la más grande de los seis proyectos hidroeléctricos que contempla el acuerdo energético entre Perú y Brasil, firmado el año pasado.

El Ministerio de Energía de Perú anunció este lunes que había cancelado el contrato temporal de Egasur, la empresa brasileña a cargo del desarrollo de la presa.

Inambari afectaría a las vidas de aproximadamente 15.000 personas que viven en las proximidades de la presa, y que incluyen a los indígenas carabaya, cuya selva habría sido inundada.

El nuevo presidente de Perú, Ollanta Humala, ha prometido respetar el derecho de los pueblos indígenas al consentimiento libre, previo e informado para cualquier proyecto que les afecte en sus tierras.

Las personas de la zona han dado la bienvenida a la decisión del Gobierno pero temen que continúe el interés en los ricos recursos naturales de la región.

Olga Cutipa, una mujer carabaya y la vicepresidenta de la Coalición de Defensa de los Carabaya, ha declarado: “Nacimos y crecimos aquí. No había carreteras. Nuestros padres nos llevaban a montar en burro y comíamos alimentos silvestres. No tenemos enfermedades: estamos sanos, ¿y aún así quieren que nos vayamos? Están cometiendo un abuso; Egasur no debería molestarnos, deberían mantenerse fuera de aquí”.

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