Se ordena el cierre de una "milicia privada" por el asesinato de guaraníes

5 septiembre 2013

Gaspem ha sido acusada del asesinato de, al menos, dos líderes guaraníes, incluido Nísio Gomes. © Survival International

Esta página se creó en 2013 y puede contener terminología en desuso.

La Fiscalía Federal de Brasil ha pedido el cierre de una importante firma de seguridad acusada de perpetrar, al menos, ocho ataques brutales en comunidades guaraníes y de asesinar, al menos, a dos de sus líderes.

Según se ha informado, terratenientes ganaderos pagaron 30.000 reales (9.531 euros) a Gaspem cada vez que la empresa se encargó de la expulsión de indígenas guaraníes de sus tierras ancestrales, que ahora ocupan terratenientes y plantaciones de caña de azúcar.

La Fiscalía describe a la compañía como una “milicia privada” y como un “grupo organizado que emplea la violencia contra los guaraníes en el sur del estado de Mato Grosso do Sul, a manos de personas crueles designadas como ‘guardias de seguridad’”. Han pedido a la empresa que se disuelva y que pague una compensación de 480.000 reales (unos 152.503 euros) a los guaraníes.

La Fiscalía Federal ha pedido la disolución de Gaspem y el pago de una compensación económica de más de 100.000 euros a los guaraníes. © Anon

Los indígenas han informado que los empleados de Gaspem, conocidos localmente como “pistoleiros”, han amenazado con matar en numerosas ocasiones a los guaraníes de la comunidad de Apy Ka’y, cuyo campamento al borde de una carretera resultó devastado recientemente por un incendio que se originó en una plantación de caña de azúcar ubicada sobre su tierra . Los pistoleros vigilan a los indígenas día y noche desde un jeep con las ventanillas tintadas, y disparan con regularidad hacia el campamento de los guaraníes.

La líder de la comunidad, Damiana Cavanha, dijo la semana pasada: “Un hombre armado me dijo que nos matarían a todos. Pero seguiré luchando por nuestra tekoha [tierra ancestral]”.

Gaspem está siendo investigada por su posible implicación en el incendio de Ap’y Ka’y de 2009, y por atacar a más de un centenar de hombres, mujeres y niños guaraníes, que han intentado desesperadamente volver a su tierra ancestral, incapaces de aguantar por más tiempo las espantosas condiciones que se ven obligados a afrontar en los campamentos que levantan junto a carreteras y hacinados en reservas.

El dueño de la firma, Aurelino Arce, fue detenido el año pasado por su conexión con el asesinato de Nísio Gomes , líder guaraní de la comunidad de Guaviry.

La investigación de la fiscalía también ha averiguado que Gaspem contrataba a guardias de seguridad sin entrenamiento y que sus empleados portaban armas ilegalmente.

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