Etiopía – se intensifica la represión gubernamental en la región del Omo

3 noviembre 2011

Los mursis son una de las tribus que se verá afectada por las plantaciones y la presa Gibe III. © Magda Rakita/ Survival

Esta página se creó en 2011 y puede contener terminología en desuso.

Survival ha recibido informes muy preocupantes sobre la represión a la que están siendo sometidos los indígenas que se oponen al proyecto de Etiopía para expulsarlos de sus tierras en la región del Omo y forzarlos a reestablecerse en otros pueblos.

Las autoridades han organizado reuniones comunitarias para dar a conocer sus controvertidos planes de arrendar tierras indígenas a empresas estatales y privadas para su transformación en plantaciones de caña de azúcar, algodón y biocombustibles a gran escala.

Tras una de estas reuniones, un grupo de indígenas bodis y chirimis fue guiado hasta la zona donde está previsto su reasentamiento. Sin embargo, una vez visto el lugar, estos se opusieron al traslado. El Gobierno reaccionó llamando a las fuerzas de seguridad para que acudieran a una reunión de seguimiento. Cuando los indígenas insistieron en su negativa, cuatro jóvenes fueron rodeados y encarcelados.

Algunos indígenas bodis se sintieron tan intimidados, que afirmaron que el Gobierno podía quedarse con la tierra para cultivar azúcar, ya que “podían ver que la muerte estaba muy cerca si decían que no”.

Miembros de la tribu suri también han sido arrestados en el pueblo de Tum por oponerse a una plantación gestionada por una empresa malasia, que ha engullido una gran extensión de las tierras utilizadas para el pastoreo de su ganado.

Muchos suris consideran que los arrestos son una demostración de fuerza cuyo objetivo es intimidarlos y evitar así que se opongan a la plantación. “Vivíamos allí en paz, en el corazón de la tierra suri, el lugar donde todo el ganado suri pastaba tanto durante la estación lluviosa como durante la seca. Ahora este lugar está ocupado por una plantación propiedad de una rica empresa malasia” declaró un joven suri.

“Los inversores malasios y el Gobierno adiestraron a 130 soldados que recibieron 130 ametralladoras. Si los suris muestran agresividad contra las granjas, los soldados tienen órdenes de matar a los hombres suris, a nuestros hijos”, relató una mujer suri.

Entretanto parte de las tierras mursis han sido taladas para establecer un campamento que acoja a los trabajadores de la plantación; actualmente un segundo campamento está en construcción. Según informaciones recibidas, varios funcionarios anunciaron a los mursis que pronto buscarían ancianos y jóvenes mursis contrarios al proyecto de la plantación y los encarcelarían.

Se estima que puede haber hasta 200 bodis, 28 mursis y 20 suris en prisión. Ahora muchos temen que las fuerzas de seguridad comiencen a asesinar a la gente.

Hasta 300.000 hectáreas de tierras indígenas y parques nacionales han sido reconvertidas en plantaciones en el valle del bajo Omo.

Mapa de las concesiones para el cultivo de caña de azúcar en las tierras de pueblos tribales. (click para aumentar) © Survival

Las plantaciones serán viables solo porque la polémica presa Gibe III, actualmente en construcción, regulará el caudal del río Omo y posibilitará su riego. No obstante, la presa acabará con las crecidas anuales naturales de las que los pueblos indígenas del valle del bajo Omo dependen para sus cultivos.

Un bodi ha mandado este mensaje a los simpatizantes de Survival: “Por favor, ayudad a estos pueblos. Este proyecto de plantaciones les impide vivir en paz”.

Otro indígena pidió: “Por favor, evitad que este Gobierno siga aterrorizando a los pueblos indígenas”.

Indígenas del valle del Omo
Pueblo indígena

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