Survival apremia al Congreso de Perú a rechazar la “Carretera de la muerte”

30 marzo 2017

Tomás es un hombre murunahua recientemente contactado que vive cerca de la proyectada ‘Carretera de la Muerte’. Si los planes de la carretera siguen adelante, pueblos indígenas aislados de la Frontera Amazónica podrían resultar aniquilados. © David Hill/Survival

Esta página se creó en 2017 y puede contener terminología en desuso.

El proyecto de ley para la construcción de la polémica “Carretera de la muerte” continúa siendo una amenaza inminente para los pueblos indígenas aislados. A pesar de que una comisión del Congreso lo modificara profundamente, una segunda comisión todavía podría aprobar la carretera.

El proyecto de ley pide llevar desarrollo sostenible a la región del Purús por medio de la construcción de una carretera que atravesaría directamente la Frontera Amazónica de los No Contactados.

La Comisión de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso aprobó el proyecto el pasado 8 de marzo, pero solicitó que se creara una “conexión multimodal” para la región en vez de una carretera. Ello mantendría el irrestricto respeto hacia los parques nacionales y hacia los derechos de los pueblos indígenas aislados. Sin embargo no se ha especificado en qué consistiría o que ruta tendría esta “conexión multimodal” y todavía podría incluir un tramo terrestre.

La Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso aún tiene que votar el proyecto de ley y podría aprobar la carretera. Según la legislación peruana, la Comisión de Transportes tiene preferencia y el Congreso le dará prioridad a su decisión y la votará primero.

Si la Comisión de Transportes no rechaza de forma explícita el proyecto, la carretera todavía podría ser aprobada más adelante.

Desde hace una década, Survival y las organizaciones indígenas AIDESEP, FENAMAD y FECONAPU han desarrollado campañas para evitar que la carretera sea construida.

Las carreteras no solo abren la Amazonia a los colonos, que así pueden acceder a áreas previamente remotas; también hacen que estas regiones de gran biodiversidad queden expuestas a la minería de oro, a la explotación maderera ilegal, al tráfico de drogas y, con el tiempo, a agronegocios intensivos; actividades todas ellas con nefastas consecuencias para el medioambiente y los pueblos indígenas.

El creciente riesgo de contacto podría suponer la aniquilación de varios pueblos indígenas aislados por la violencia genocida que ejercen los foráneos que les roban sus tierras y recursos, y por enfermedades como la gripe o el sarampión frente a las cuales no tienen inmunidad.

Imagen aérea de la carretera BR-364 en Brasil. Muestra la destrucción espiral que pueden provocar las carreteras. Madereros y otros invasores las usan para, a su vez, construir otros caminos más pequeños que se adentran en la selva. © NASA/GSFC/LaRC/JPL, MISR Team

La construcción de la carretera BR-364 en Brasil, por ejemplo, provocó una afluencia de foráneos, la destrucción de la selva y el genocidio del pueblo indígena akuntsu. Actualmente solo sobreviven cuatro akuntsus.

Emilio Montes, presidente de la organización indígena FECONAPU, con sede en la cercana localidad de Puerto Esperanza, declaró: “Sobre la carretera no aceptamos ese tipo de proyectos; los rechazamos tajantemente. Por los motivos: a los indígenas no benefician, sino más bien a los madereros, mineros y petroleros ilegales y también a los narcotráficos. Atenta contra la vida de nuestros hermanos aislados, como los mashco-piros. [Suponen la] depredación de nuestros recursos naturales como flora y fauna. Más bien que nos respeten nuestro territorio ancestral (…) para nuestro futuro de nuestros hijos. Necesitamos otro tipo de desarrollo con manejo sostenible de nuestros recursos. Para así vivir con vida plena, también para nuestro futuro”.

Por su parte, el director de Survival, Stephen Corry, manifestó: “Esta carretera supone una grave amenaza para los pueblos indígenas aislados en Perú. La carretera no solo destruiría una parte significativa de la Amazonia, sino que de construirse también traería consigo violencia, enfermedad y muerte, potencialmente a gran escala. La Comisión de Transportes debe poner fin a este proyecto de ley de una vez por todas.”

Contexto

- La carretera propuesta conectaría la localidad de Puerto Esperanza con la autopista interoceánica que circula a través de Perú y Brasil. El área es parte de la Frontera Amazónica de los No Contactados, una región ubicada a lo largo de la frontera de estos dos países que cuenta con la mayor concentración de pueblos indígenas aislados del planeta.

- La propuesta de ley de la carretera, Ley No. 75/2016-CR, fue presentada por miembros del partido Fuerza Popular. El proyecto tiene que ser considerado tanto por la Comisión de Transportes y Comunicaciones, como por la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología antes de ser llevada al Congreso. Fuerza Popular tiene mayoría en ambas comisiones.

- Survival ha escrito a los presidentes de ambas comisiones.

- Entre los pueblos indígenas aislados que podrían ser aniquilados si se construyera la carretera están los mashco-piros, los chitonahuas y los mastanahuas, todos llevan generaciones viviendo en la región de forma nómada. Algunos foráneos, como misioneros o madereros, han forzado a varios grupos a establecer contacto en los últimos años.

- Varias organizaciones indígenas en Perú han firmado una declaración rechazando la carretera.

- En 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aprobó una resolución que denunciaba la carretera.

- Los indígenas aislados han expresado claramente su deseo de permanecer sin contactar. El proyecto no puede llevarse a cabo sin su consentimiento y violaría su derecho a decidir su propio futuro.

Frontera amazónica de los no contactados
Pueblo indígena

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