Muere atropellado un líder indígena guaraní

9 julio 2012

Los guaraníes de la comunidad de Laranjeira Ñanderu acamparon en la cuneta de una carretera durante un año y medio. © Sarah Shenker/Survival

Esta página se creó en 2012 y puede contener terminología en desuso.

Uno de los portavoces más respetados de los guaraníes, José de Almeida Barbosa, ha perdido la vida en un accidente de carretera en Brasil.

Zezinho, como se lo conocía habitualmente, acababa de regresar de Río+20, la cumbre de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible. Se desplazaba en bicicleta desde su comunidad, Laranjeira Ñanderu, hacia la localidad más cercana con el objetivo de instar a las autoridades a que pusieran un autobús escolar para los niños guaraníes, cuando fue atropellado por un vehículo. Se le trasladó al hospital, donde murió más tarde por las heridas del golpe.

La organización guaraní Aty Guaçu dijo en un comunicado de prensa que “Zezinho murió luchando por la tierra y la justicia”.

Se refirieron a las palabras que el propio Zezinho había pronunciado en varias asambleas: “Yo lucho por la recuperación de Laranjeira Ñanderu, nuestra antigua tekoha (tierra ancestral) y por nuestros niños. Moriré por esto, lo sé. Pero lucharé hasta que muera”.

Su muerte pone de manifiesto los graves riesgos que afrontan los guaraníes que viven en campamentos improvisados en el borde de la carretera. Tan solo en los últimos años han muerto tres guaraníes de Laranjeira Ñanderu en accidentes de carretera.

Damiana, una mujer guaraní de la comunidad de Ayka’y ha perdido a su marido y a tres hijos por accidentes en la carretera junto a la que acampan. En el año 2009 unos pistoleros dispararon a su comunidad y prendieron fuego a sus hogares hasta dejarlos reducidos a cenizas.

Damiana perdió a miembros de su familia en accidentes en la carretera, y los pistoleros destruyeron los refugios de su comunidad. © CIMI/Survival

Los guaraníes de Laranjeira Ñanderu llevan años acampados al borde de una carretera cercana a su tekoha, que ocupan los terratenientes ganaderos desde hace décadas. Han llevado a cabo varios intentos de reocupar parte de su tierra, y lograron finalmente regresar a una pequeña parte de ella en 2011.

El pasado mes de enero se les hizo llegar una orden de expulsión, que más tarde revocó un juez que dictaminó que podían permanecer en su tierra mientras se llevaban a cabo estudios antropológicos para determinar el tamaño de su territorio.

Guaraníes
Pueblo indígena

Compartir