Las organizaciones aborígenes condenan la respuesta gubernamental

30 julio 2007

Esta página se creó en 2007 y puede contener terminología en desuso.

Un mes después de que el Gobierno australiano creara un “equipo de respuesta urgente” para abordar los abusos sexuales infantiles, muy extendidos en las comunidades indígenas, sus medidas han sido condenadas de manera generalizada por las organizaciones aborígenes.

En concreto, el Gobierno ha sido criticado por utilizar la crisis para suprimir el derecho de las comunidades indígenas a controlar quién puede entrar a sus tierras; medida que supone la puesta en práctica de un antiguo objetivo de la administración Howard. Anteriormente, cualquiera que deseara visitar una comunidad aborigen del Territorio del Norte debía solicitar un permiso, de tal modo que, al poder vigilar quién entraba en ella, se mantenían alejados a los sospechosos de querer explotarlos, como los traficantes de drogas o los comerciantes de arte aborigen sin escrúpulos.

Esta medida era un objetivo que la Administración de Howard llevaba tiempo persiguiendo.

Además, el Gobierno ha tomado posesión obligatoria de todas las comunidades aborígenes del Territorio del Norte durante cinco años.

En una carta abierta firmada por decenas de organizaciones de comunidades aborígenes, exponen: “Las propuestas van mucho más allá de una ‘respuesta urgente’ y tendrán graves consecuencias sobre los ingresos de las personas, la propiedad de sus tierras y su derecho a decidir qué tipo de tratamiento médico desean recibir.

“Algunas de las medidas debilitarán a comunidades y familias al arrebatarles la posibilidad de tomar decisiones básicas sobre sus vidas, quitándoles responsabilidades en vez de reforzarlas.

“En su forma actual, las propuestas son erróneas y, con toda probabilidad, ineficaces. Dependen excesivamente de disposiciones impositivas y punitivas y no ofrecen indicios suficientes para pensar que se van a implementar recursos allí donde son urgentemente requeridos: mejora de la vivienda; servicios de protección al menor y de asistencia en casos de violencia doméstica; colegios; servicios de salud; y programas de rehabilitación de alcohólicos y drogodependientes.

“Numerosos líderes indígenas llevan años planteando estas cuestiones”.

Desde Survival declaran: “Las comunidades aborígenes y, de hecho, muchos otros pueblos indígenas en el mundo industrializado, padecen alarmantes problemas de desintegración social que incluyen unos niveles de abuso infantil terriblemente elevados. La causa de tales problemas es compleja y los gobiernos han de afrontarlos con sensibilidad y un compromiso a largo plazo, lo cual siempre implica una estrecha relación de trabajo con las comunidades indígenas y con las propias organizaciones. Las medidas de emergencia para proteger del abuso sexual a los niños vulnerables son, por supuesto, esenciales, pero resulta difícil comprender cómo contribuye a ello el tomar el mando de las comunidades indígenas y el privarles del derecho a controlar quién accede a sus tierras”, declaran desde Survival.

El destacado académico australiano Dr. Germaine Creer, ha criticado abiertamente la respuesta del Gobierno a la crisis. Puedes leer aquí el artículo publicado en el periódico The Guardian.

Antecedentes: El “equipo gubernamental de respuesta urgente del Territorio del Norte” se creó en respuesta a un informe encargado al Gobierno de esta área, titulado “Los niños pequeños son sagrados”. El informe puso de relieve que los abusos sexuales a los niños indígenas están muy extendidos en el Territorio del Norte y concluía que “[tales abusos] se explican en gran medida por la desintegración de la sociedad y cultura aborígenes”. Una gran parte de la violencia y de los abusos sexuales que están teniendo lugar en el Territorio del Norte, es reflejo de los continuos problemas sociales, pasados y presentes, que se han ido desarrollando durante muchas décadas.


Puedes leer aquí un resumen del informe (en inglés).

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